Metodologia

El Climascopio establece un ranking de países basado en su capacidad pasada, presente y futura de atraer inversiones hacia empresas de energías limpias y proyectos de cada país.

El Climascopio busca traer rigor cuantitativo a la pregunta básica de qué hace que un país sea atractivo para la inversión, desarrollo e implementación de energías limpias. Se propone responder esto recolectando la mayor cantidad de información relevante posible y luego organizándola de manera tal que sea a la vez fácil de consumir y provea a los usuarios las claves para que la comprendan.

Llamamos “energía limpia” a los biocombustibles, biomasa y residuos, geotérmica, solar, eólica y pequeñas centrales hidroeléctricas (de hasta 50MW), pero no a las centrales hidroeléctricas que superen dicha producción. Si bien algunos de los países del Climascopio han utilizado históricamente las grandes centrales hidroeléctricas para abastecerse de electricidad, el estudio se enfoca exclusivamente en nuevas fuentes de baja emisión de carbono, tanto porque tienden a ser las tecnologías de última generación como porque pueden implementarse más rápidamente que las grandes centrales hidroeléctricas que pueden llevar años o incluso décadas en entrar en servicio.

En esta tercera edición, el índice comprende 54 “indicadores”. Cada uno ellos entra dentro de uno de los cuatro “parámetros” temáticos: Marco Propicio (I), Inversión en Energías Limpias y Créditos para Proyectos Relativos al Cambio Climático (II), Negocios de Bajas Emisiones de Carbono y Cadenas de Valor de Energía Limpia (III), y Actividades de Gestión de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (IV). Cada indicador y el parámetro al que pertenece contribuyen al puntaje final de cada país, pero no son valorados de igual manera. La puntuación mínima es 0 y la máxima es 5.


Marco Propicio

El parámetro Marco Propicio abarca las estructuras fundamentales y condiciones típicas de mercado requeridas para que un país atraiga inversiones e interés por parte de financistas, promotores de proyectos, o productores eléctricos independientes, empresas o plantas de producción que estén buscando desarrollar proyectos nuevos de bajas emisiones de carbono. También considera cómo se adaptan dichas estructuras a la implementación de capacidad de generación distribuida tales como mini redes o sistemas domésticos solares y/o eólicos.

Un Marco Propicio atractivo es aquel en que: las normas son comprehensivas, eficientes y estables; por su estructura, el mercado eléctrico incita y recompensa a los nuevos ingresantes; los sectores público y privado fomentan el acceso universal eléctrico en las comunidades aisladas o rurales; la penetración de energías limpias a las matrices primaria y eléctrica va en aumento; existen señales de precios adecuados; y la creciente demanda de electricidad y la rápida electrificación se combinan para crear un mercado sustancial.

Son 22 los indicadores que proporcionan la información relevada por el Parámetro I. Estos se dividen en cuatro categorías: Políticas y Regulación, Penetración de Energías Limpias, Atractivo del Precio, y Expectativa del Tamaño del Mercado. Cada categoría contribuyó con ponderaciones variables al puntaje total del parámetro referente al Marco Propicio. Cinco de los 22 indicadores fueron aplicados exclusivamente en países que fueron evaluados bajo la metodología de enfoque off-grid.


Financiamiento e inversiones

Pocos inversores se sienten cómodos siendo los primeros en invertir en una nueva tecnología o región. Para puntuar la habilidad de un país de atraer inversiones en fuentes de energía con bajas emisiones de carbono, es importante considerar sus logros en el área hasta la fecha. El parámetro de Inversiones en Energías Limpias y Créditos evalúa el historial de inversiones en un país mientras expone las condiciones financieras para futuros compromisos.

En total, el Parámetro II incluye 11 indicadores distribuidos entre las siguientes cuatro categorías: Cantidad Invertida, Fuentes de Financiamiento, Microfinanzas Verdes y Costo de la Deuda. Cada una de estas cuatro categorías contribuyó con relevancia ponderada al puntaje del parámetro.


Cadenas de valor

La posibilidad de un país de atraer capital y de acelerar la implementación de generación eléctrica baja en emisiones de carbono está parcialmente supeditada a cuántos segmentos posee la cadena de valor. El Parámetro III busca considerar esto. Incluye tres indicadores con dos adicionales relacionados a las empresas eléctricas distribuidas para países de enfoque off-grid.


Actividades de GEI

El parámetro que aborda las Actividades de Gestión de Emisiones de Gases del Efecto Invernadero (GEI) apunta a evaluar el estado, riesgo y potencial de proyectos de compensación de GEI en cada país. Condiciones y acciones favorables para este parámetro incluyen: un sólido historial de Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) u otros proyectos de compensación de GEI comisionados; altos índices de proyectos satisfactorios que buscan acreditación de MDL; vastas oportunidades para el desarrollo de nuevos proyectos de compensación de emisiones de GEI; políticas federales o estatales prospectivas o acciones dirigidas a disminuir las emisiones de GEI; acciones progresivas de actores del sector privado en la adopción de proyectos y medidas para reducir la huella de carbono.

Un total de 13 indicadores aportan al Parámetro IV. Están organizados en tres categorías: Compensaciones de Carbono, Políticas Relativas al Carbono y Conciencia Corporativa. La categoría de Compensaciones de Carbono mide qué han hecho los países para desarrollar proyectos de compensación de GEI y mide sus potenciales de continuar desarrollándose en el futuro. Tiene el mayor peso dentro del Parámetro IV, representando el 40% del puntaje. Las otras dos categorías equivalen al 30% cada una.


On vs Off-Grid

El Climascopio 2014 evaluó desde países que tienen bajos ingresos hasta aquellos firmemente considerados de “ingreso medio”. La metodología utilizada en los primeros dos años del Climascopio era atinada para evaluar los países de América Latina y el Caribe, la mayoría de los cuales son de ingreso medio. Pero los países menos desarrollados enfrentan desafíos eléctricos sustancialmente diferentes, a menudo relacionados a la necesidad de expandir el acceso básico.

A la luz de esto, el Climascopio 2014 incluyó una metodología especial ampliada denominada “de enfoque off-grid” que incluye siete indicadores adicionales con ponderaciones ajustadas al modelo. Estos indicadores adicionales fueron considerados conjuntamente con los indicadores “on-grid” en los casos de 23 países del Climascopio: 18 de África, uno de América Latina y el Caribe y cuatro de Asia. El objetivo fue nivelarlos para que estos países pudieran ser comparados entre sí de la manera más justa posible en la lista total de 55 naciones.

Para determinar cuáles países serían evaluados utilizando la metodología de enfoque off-grid, ideamos un sistema de puntuación inicial del 0 al 5. Cinco factores contribuyeron con diferentes ponderaciones a este puntaje. Aquellos países que obtuvieron un puntaje mayor a 2,5 fueron considerados “países off-grid”. Cada factor involucraba una pregunta binaria sencilla que se utilizó para generar los puntajes individuales. Estos factores incluyeron: tasa de electrificación, cantidad de cortes de electricidad a nivel nacional, duración de los cortes, pérdidas en la transmisión de la energía eléctrica e Índice de Desarrollo Humano.

Los indicadores adicionados en la metodología de enfoque off-grid fueron específicamente diseñados a través de consultas con expertos para evaluar las condiciones en los países en desarrollo. Estos indicadores alteraron los primeros tres parámetros del Climascopio pero no tuvieron efecto alguno en el Parámetro IV referente a las Actividades de Gestión de las Emisiones de GEI.